Somos médicos de COVID ahora y nos han reasignado. Ayer existian pediatras, cardiólogos, cirujanos. Hoy, todos somos médicos de Covid-19. Nos han llamado al frente. Esta es una guerra global y nosotros somos los soldados. El mundo está unido contra un enemigo común: invisible, pero mortal. Todavía hay mucho que no sabemos al respecto, pero aprendemos más cada hora. Las reglas de enfrentamiento cambian a diario. Los pacientes mueren y algunos de nosotros saldremos heridos. Algunos de nosotros ya hemos fallecido. Todos hemos escuchado historias de terror sobre lo que está sucediendo en los hospitales al rededor del mundo y Honduras no es la excepción. Pero también hemos visto demostraciones asombrosas de valor y sacrificio. Y hemos visto un trabajo en equipo sin igual. Nos inspiramos unos a otros. Nuestros seres queridos están en casa animándonos. Llevamos años entrenando. algunos ya dominando sus profesiones, algunos seguimos mejorando nuestras habilidades.
Los medicos en el pasado ya se han enfrentado a innumerables desafíos en el camino. Han tratado el cáncer, trasplantado órganos, curado corazones. Han salvado vidas. Pero esto es diferente. Covid es diferente. Hace solo unas semanas, no existía un médico Covid. Ahora somos miles. Algunos de nosotros no nos sentimos preparados. Algunos de nosotros tenemos miedo. Pero todos estaremos a la altura de las circunstancias. Conquistaremos nuestro miedo. Adquiriremos un nuevo conjunto de habilidades. Aprenderemos cosas que nunca pensamos que haríamos. Los aprenderemos rápido. A veces, nos sentiremos perdidos. Pediremos ayuda. En las líneas del frente, todos se pierden, pero nadie se queda atrás.
Como médicos de Covid, hemos dejado a un lado nuestros egos. Nos sentimos honrados por la tarea que tenemos por delante. Todos volvimos a ser estudiantes, aprendiendo de nuevo. Y tal como descubrimos cuando éramos estudiantes, ningún trabajo es demasiado pequeño, ninguna tarea está por debajo de nosotros. Cualquier contribución ayuda. Cada uno de nosotros cuenta. Nuestro enemigo puede haber expuesto la vulnerabilidad de nuestro sistema,especialmente en Honduras, pero también ha revelado nuestras fortalezas. A medida que avanza la pandemia, tendremos que tomar decisiones difíciles. El equipo vital puede volverse escaso; los medicamentos pueden agotarse. Pero tendremos un suministro interminable de compasión, comprensión y de apoyo.
No estamos solos en esta guerra. Las verdaderas tropas de primera línea son nuestras enfermeras, nuestros terapeutas respiratorios y todos los asistentes médicos. Corren el mayor riesgo de resultar heridos en esta guerra. Los médicos los apoyaremos en todo lo que podamos. Los protegeremos con todos los medios necesarios. Sin ellos, no se puede ganar esta batalla.
Ya hemos perdido muchos médicos. Estos fueron nuestros colegas. Estos eran nuestros amigos. Es en su nombre que nos unimos a esta lucha. No serán olvidados. No habrán muerto en vano. Tenemos que salir de esta.
Un abrazo muy grande a todos los que están al frente de la linea.
Saludos,
Frederick
Perfil HIFA-es: Frederick Hermelidio Contreras Medina es médico en la UNAH
Intereses: Investigación, derechos humanos y docencia.
email: fckcontreras AT hotmail.com
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